sábado, 28 de noviembre de 2009

La noche irreparable - Premio Joven Creación 1984 -

Yo no quise lavar de tu carne
ese amor.

Preferí imaginar
que plantaba árboles
en un bosque de hachas.





A veces quiero besarte
leve
moribunda
Como un respiro de luna.





Soles de agua
en voz alta
agitan niños futuros.
Y en el centro del frío
yo
apenas yo
esperando rehacerte de amor
en mi taller
de camas y lunas.





NUBES DE LUZ

Celaje de papel
nubes de luz
débiles
parpadeantes
agonizando
indolentes.
¿Qué nubes hacer sangrar
para encontrarte?

No me opongo
a que con tus iniciales
se escriban mis intentos
pero
¿qué espejos atravesar
Para tocarte?

NOCHE IRREPARABLE

¿Acaso
necesito un albañil
para que reparte mi noche?



Tiempos difíciles:
las flores combaten
contra espigas de plástico.



Entrás lloviznando entregas.
Es imposible contener tu marea:
sos mi patria esta noche.



La noche es un perro dulce
y manso
que lame tus manos.



CLAUDIA

Claudia
se sacude el hollín
que las miradas ajenas le dejan
cuelga su aliento tras la puerta
y recoge las manos de agua
que el jabón se llevó.
Camina precavida
como sobre humo
porque en noviembre
podría pisar una mina de amor
entre las que disimulé por la casa.
Claudia hace renglones en sus cuerpos
y me deja escribir monosílabos de amor
pero solo en noche de lunas
cuando un mantel de pequeños
aplausos infantiles la cubre.
Ella gotea lluvias inconclusas
sobre mis indecisiones
tiñéndolas de dorado,
los relojes pueden morir de olvido.

Acerca todos sus cuerpos
(incluso el de aliento
que se cansó de mirar desde la puerta)
es decir, incendia el océano
y así sobrevivo.

Bautiza un barco
y lo navega en mi pecho de velas.
Ahora (o sea a las 2:55 am)
resume en sus senos
la leche de todos los niños por nacer.

Advierto en sus párpados un imperdonable amor.






No tengo tiempo para convencerte
de que marcharé
mudo
hacia tus manos.
Deberás conformarte
con besos afilados de ternura
que cortarán la noche en rodajas
para que quepa
en tus senos
de pan.




No fue un cuento.
Amaneció.
Mil hormigas recorren mis manos
pero sólo una arrastra
tu recuerdo.

Y es suficiente.




COMO SI ACABARAS

La casa aparece como si acabaras de estar.
Juraría que era de vos que hablaban
las cortinas cuando entré.
Y los pálidos ecos que agitan
el aire se parecen a tu voz.
No hay presagio
ni labio esperando
pero comprendo.
Estás deshilachada sobre la cama.
La casa está como si acabaras de amar
dolida su madera
pensativo el patio
sudorosas las paredes.
(Desconozco el destino
del amor que me sobra)
Brilla una pausa de silencio
en la mesa,
de las que me oponés para rechazar.
La casa está como si acabaras de sufrir.
Debería bastar.
Pero las cosas no ríen,
rencorosas por no ser vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario